El chico
se levanta, ya es hora, la mercancia esta en el puerto, el chico sale de casa,
es un dia gris, al parecer habra tormenta, es lo ideal para salir a este mar,
si hay tormenta la mercancia se hundira mas rapido lo cual es perfecto en esta
situacion.
En este
caso en particular existe cierta necesidad de deshacerse de esta caja, las
cosas que encierra no sirveron para nada a pesar de que se penso que eran
necesarias y de que harian que el individuo dueño de este mar se sintiera mucho
mejor.
El barco
zarpa, no lleva mapa, no es necesario, el lugar donde se dejara la mercancia no
requiere ser recordado, lo importante ahora es que se hunda, que no flote, que
no llegue a la orilla, como ha sucedido con algunas cajas que tambien se han
arrojado a las profundidades y han sido devueltas por las aguas.
El chico
navega por una hora, ya es suficiente, detiene el motor, carga la caja, no es
muy grande, ni si quiera pesa mucho, la arroja por la borda, ve como se hunde,
las aguas de este mar son negras, consecuencia de actos no muy gratos, pero
necesarios para sobrevivir. Es hora de emprender el viaje de vuelta, el chico
mira al horizonte piensa en cuantas veces ha tenido que hacer este viaje de ida
y vuelta, recuerda todas los recipientes que ha arrojado a este oceano, espera
que algunos esten muy en el fondo, sin embargo, ahora que lo piensa bien
descubre que ya ni siquiera recuerda que habia en el interior de algunas cajas,
lo cual le demuestra que lo que hace si tiene un sentido, que debe seguir
asi...empieza a llover. El chico tomara cafe al llegar a casa, prendera un
cigarrillo, esperara hasta que sea util de nuevo, mientras tanto observara todo
como un testigo mas, ultimamente esta siendo requerido bastante.
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