El
día de hoy busco información sobre laceraciones, sangre y asesinos en serie,
pero no tiene el valor para describir un asesinato ni tampoco quiere que sus
historias tengan sangre y vísceras, renuncia al tema, decide que no puede escribir,
que no posee nada para contar, que el mundo ya le aburre y no encuentra nada
que lo entusiasme lo suficiente como para desprender una buena historia de algo,
el sujeto ha viajado por el mundo, muchos países, muchas culturas, muchos
recuerdos, pero que al dia de hoy le saben un poco a mierda, si despues de tanto no
puede sacar algo tan básico como una idea que lo lleve a escribir una buena
historia. Por desgracia existe un tiempo límite, hecho que le genera un poco de
angustia, pero sabe que no es el único que pasa por esta situación, el teléfono
sobre su cama sonara en cualquier momento y no sabrá que decir.
Una llamada conocida, levanta el teléfono, presiona el botón para hablar,
la voz del otro lado le resulta amigable, esto se le hace extraño, pero pronto
entiende porque, ya hay una buena historia que llego primero que la de él, es
de uno de sus competidores, pero que no se preocupe que a él lo tienen en un
lugar especial, así que por esta vez se la dejaran pasar, pregunta acerca de la
persona que se le adelanto, lo único que le dicen es que la idea nació por un
encuentro con una prostituta que le conto a su cliente -el competidor- acerca
de un individuo que la había contratado dos semanas antes para escuchar sus
historias, tratando de encontrar inspiración, pero que se la termino tirando de
todas formas, esto es la idea central de la historia que había llegado, un
hombre sin ideas ni talento.
Tampoco es para tanto.
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