Y entonces te detienes en la mitad de la calle, detallas un poco más la situación y te das cuenta que las dos personas que van un poco más adelante de ti por la misma calle (separados entre sí por unos 6 metros) van vestidos de la misma manera que tu, el mismo jean, el mismo suéter ( idéntico color y diseño), los mismos zapatos; te hace pensar ¿no?, y si no eres tan único como habías pensado?, y si toda el autoestima que nos hicieron creer de que eres especial porque no hay nadie como tú en el mundo era un burdo pensamiento para que no te dieras cuenta de lo reemplazable que eres y siempre has sido?
Estoy seguro que no
soy el primero en tener este sentimiento, lo que demuestra un poco mas lo
anteriormente expuesto, ¿y qué tal si solo un puñado de gente es la que
importa?
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No tengo tiempo para
esto, no quiero tratar de adivinarte, no quiero llamarte, no deseo jugar a
esto, estamos demasiado mayores para estos ridículos juegos, te recuerdo que ya
te pusiste de acuerdo con tu naturaleza y si eres escoria ese no es mi problema,
solo quiero que me devuelvas lo que me
pertenece o por lo menos lo que quiero.
Debimos habernos
reventarnos la existencia cuando conducíamos a ciegas por las calles, nunca se
nos atravesó la puta hora. La verdad trato de que entiendas todo lo que
escribo, trato de que sepas que es por ti, pero nunca absolutamente nunca haces
el menor esfuerzo por leer o entender y ya no puedo seguir así, unos cuantos ya
se han quitado la piel tratando de hacerte feliz, yo hasta esos extremos no
llego.
Ten por lo menos el
valor.
Que contundente...
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