Hoy no fui al trabajo, no tenía el valor y las ganas de repetir la rutina de las últimas semanas, imagino que le ocurre a todos, el problema radica en que yo no tengo ni 4 meses y ya estoy hastiado de todo lo que supone vivir para trabajar. Creo que las personas tienen hijos para mantenerlos como excusa para continuar con su rutina diaria, debe ser que el deseo de que a tu familia no le falte nada es lo que se toma como motivación para mantenerte de pie y no tirarte al primer camión que veas pasar por la calle, da igual no lo quiero averiguar. Uno sabe que está sin ganas de nada cuando estropea su propia imaginación.
De camino al trabajo en la mañana
del martes me quede viendo a un hombre dentro de su carro esperando que la luz
del semáforo cambiara a verde, me hice a la idea de que el sujeto en cuestión
iba para su trabajo y que de repente en la radio de su carro sonaba una canción
que le recordara tiempos pasados, promesas que hizo, sueños que tenia, y que de
repente se diera cuenta de que todo lo que quería, decía y hacia eran
exactamente lo contrario a esto que estaba haciendo en estos momentos, inevitablemente
se echaba a llorar por su vida, la que quería, la que tenia, todo esto generaba
la incapacidad para seguir manejando por lo que se quedaba inmóvil en frente
del semáforo sin poner a andar su auto, generando así un trancón enorme, después
pensé que en medio de ese trancón otros conductores también al escuchar la
misma canción, o tal vez al ver algo por la ventana de su auto o recordar algo,
se quedaran sin ganas de seguir conduciendo. Para cuando me vine a dar cuenta
estaba llegando a donde debía bajarme pero me dieron ganas de continuar, de
solo quedarme dentro de ese bus escuchando música y viendo la ciudad en la que
resido desde hace tanto pero de la que me siento tan lejano. No pude
continuar...
Escritura en desbarajuste 1 y 2.
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